Frutales

El Bosque Comestible

En el 2021 hemos empezado a instalar un bosque comestible en nuestro terreno. Aquí le cuento un poco como nos fue con esto.

El concepto del bosque comestible es básicamente simular un bosque, pero con plantas comestibles, mezclados con fijadores de nitrógeno como abono (el famoso chop and drop). Se planta en cuatro capas (hay gente que hasta identifican 6 capas), la capa de arboles altos (por ejemplo los fijadores de nitrógeno), la capa de arboles medianos (en nuestro caso los frutales, en su mayoría manzanos), una capa de arbustos (en nuestro caso arazá y guayabo) y la capa de cubre suelos (hemos probado con frutilla, menta y milenrama). Luego se puede añadir plantas trepadoras y de raíces comestibles.

Para iniciar el bosque, contactamos a INIA y nos dieron material para hacer injertos de nuevas variedades de manzana más apto para el cultivo orgánico (Semrald, Gaia, Modi, Fujion) y nos indicaron un vivero autorizado para hacer los injertos (en este caso injertos de yema ). Para iniciar plantamos primero avena y luego sorgo y lo dejamos como mulch, aumentando la materia orgánica en la área del bosque. Un año después recibimos los arbolitos (lamentablemente algunos muy chicos) y empezamos a plantar. Como fijadores de nitrógeno habíamos sembrado timbó, que ya tuvieron una altura de 40cm a la hora de plantarlos y para la capa de arbustos tuvimos arazá que compramos de un productor en la costa, ya con una altura de 40 cm promedio y 2 años de edad. Usamos un rejilla de 4 por 4 metros para plantar y un sistema recomendado por The Permaculture Orchard combinando los fijadores de nitrógeno con los frutales.

El 2022 / 2023 tuvimos un verano muy seco en Uruguay y toco muchos riego, pero no perdimos plantas (pero tampoco hubo mucho crecimiento). Lo que si nos hizo considerable daño fueron las heladas en el invierno y prácticamente murieron todos los arboles de timbó y los arazá se secaron. La mayoría rebrotó en la primavera siguiente, pero ahora con las heladas seguidas del invierno 2024 se redujeron de nuevo. Los pocos guayabos del país sobrevivieron bien. No tuvieron problemas los manzanos, peras y ciruelos y siguen creciendo a su ritmo. Abonamos con chips de madera (hecho de arboles de alamo, que se descomponen muy rápido).

Como lecciones aprendidos, los arboles y arbustos nativos necesitan ser plantados juntos a otras plantas ya establecidas (de preferencia perennes), que les dan protección en inverno. En nuestro bosque comestible, ahora estamos cambiando como fijadores a acacias (aunque están considerados invasivos, esto mas bien es un problema en las dunas del Rio de la Plata no en el campo), y la capa de arbustos suplantamos con romero (excelente alimento para abejas en inverno) y goji (un arbusto muy resistente que viene de china).
En el 2025 esperamos una primera cosecha de nuestro bosque comestible, pero falta mucho desarrollo. También descubrimos (algo tarde) que el gran gurú de la permacultura Geoff Lawton, recomienda los primeros años plantar 90 % fijadores de nitrógeno, para mejorar el suelo y paulatinamente cambiar a frutales llegando, en un par de años, a 90% frutales.